Nilda Delgado: Una gran profesional de los medios

Con sus 63 años y muy orgullosa de ellos, Nilda conserva la femineidad y coquetería que hacen falta en estos tiempos. Con una voz bien colocada, muy sensual y  jubilada apenas hace un año, sigue con muchas inquietudes y proyectos para seguir trabajando.
Después del bello desafío de ser parte de la comunicación, los micrófonos y la radio en la época del dominio de las AM,  Nilda piensa que algunas veces en la vida es casual lo que hacemos. “Creo que en mi caso fue así”, confesó, a la vez que agregó: “cuando  empecé a estudiar en la universidad, ya era docente y por problemas personales debí interrumpir mis estudios universitarios para continuar con suplencias muy rurales. Un día, se me ocurrió complementar mis ingresos y ampliarlos a nivel de medios,  pero nunca pensé en llegar a ser locutora, creía que la locución es o era para gente más artística”. 
Antes  de cumplir 20 años tuvo su primera salida al aire, en radio Sarmiento, y eso que en aquellos tiempos no era nada fácil, había que ser recibido y tener un permiso que emitía el COMFER. “Fue hermoso realmente, porque creo que lo mío inicial o infantilmente tuvo que ver con la cuestión literaria, la lectura, la poesía, la memoria, la palabra. Fue entonces que  me di cuenta que esto era un desafío y los desafíos me gustaban y me siguen gustando. Ahí decidí consagrarme a la actividad radial”, manifestó Nilda quien siempre trató de ser la mejor, no se conformó con obtener el título de locutora nacional sino que se exigió en todo momento y se capacitó durante toda su carrera, hasta la actualidad.
Comenzó con programas dedicados a la mujer, que hablaban del look de la señora de la casa. “Hola, hola mujer”, así se llamaba, y  tuvo tanto éxito en aquella época que los hombres pedían “Hola, hola hombres”. Nilda se ríe, y recuerda que muchas personalidades pasaron por aquel sitio, donde compartieron la mañana y la tarde junto a otros grandes de la radiodifusión como eran “Mañana Pereira show”, de Mario Pereira y Rony Vargas de tarde. Además pasó por movilera, que fue uno de los rubros que más le gustó. “Compartir noticiero en televisión también fue muy grato, por el hecho de vivir la noticia y saber transferirla y transmitirla. Eso hace  mucho al hecho periodístico, pero creo que mi identificación, y más en los últimos tiempos, fue la fase musical por el fenómeno de las FM,”  dijo la profesora.

 

De los nuevos alumnos y de los futuros comunicadores Nilda cree que hoy por hoy la juventud  tienen infinitas puertas del conocimiento y que como llegan de manera gratuita y publica a cualquier ser humano muchas veces se pierde y no se valora. “Creo que lo que le falta a los chicos es apasionarse y dedicarse más a la carrera. No hay nada mejor que la era del conocimiento que existió siempre a pesar de esta invasión de medios tecnológicos”, señaló Nilda.Después  pasó por once medios como AM Sarmiento, AM stereo en los Ángeles, Radio Colon, Nacional, Universidad en la que es parte del staff, Radio Nihuil donde tuvo sus comienzos con frecuencia modulada, Radio de Cuyo, Radio Libertador. Pero también tuvo su paso por medios del sur del país como Canal 7 en Neuquén. Y de  haber tenido 27 ciclos de programas a nivel local, actualmente tiene una radio en internet en la provincia de Mendoza, “Amerindia”, y sigue por más sin resignarse a quedarse quieta. Sigue  investigando y emocionándose con la música, la actualidad y la pasión de transferir sus enseñanzas a los más jóvenes a través de los talleres que se dictan en la Facultad de Ciencias Sociales.¡Feliz día del periodista para ella y todos los comunicadores de San Juan y el mundo!

 

NILDA DELGADO

“La voz ha sido mi pasaporte”

La abuela Nilda Delgado conserva la voz que la hizo famosa a sus jóvenes 20 años. La locutora que pensó que “ser artista no era para ella” y terminó recorriendo el mundo con la profesión.

Nilda Delgado es sin dudas una de las locutoras más reconocidas de San Juan. Fue marca registrada en la época dorada de la radio, prácticamente dio la vuelta al mundo con su trabajo y aún hoy se dedica al medio en el que trabajó por 50 años; ese al que nunca pensó que podía ingresar. 
"Terminé el secundario y estaba por comenzar la facultad cuando me marcó la muerte de mi padre. El tenía 42 y yo unos 20. Mi madre no trabajaba y el "mayorazgo” me hizo empezar a trabajar”, recordó. Empezó con suplencias docentes, pero no les alcanzaba. Pensó en darle uso a la máquina de escribir que les había dejado el patriarca. "Fui al teléfono de la esquina, con fichas, para llamar primero al diario. No se dio. Llamé a  las radios y en Colón me dijeron que no había trabajos de administrativa, que buscaban locutores. ‘Ah, no’ dije yo. ‘Yo artista, no soy, ni quiero ser’ ” recuerda entre risas por la retrospectiva. 

De alguna forma la convencieron y empezó a practicar, primero en off, en la siesta. "Vino un gerente que pidió que me sacaran porque ‘esa chica nunca va a andar’. Yo pensé que era un desafío, siempre fui un poco audaz y más para esos tiempos”, afirmó. Como no llegaba la autorización del CONFER se pasó a LV5 Sarmiento y empezó a trabajar hasta que recapacitaron en Colón. "Me dieron mi programa "Hola, hola mujer”. Tenían unos jingles increíbles. Fue la era de oro”, aseguró. Estaba encantada de la vida, en el medio que escuchaba de adolescente, junto a las radios chilenas AM porque "eran maestros en música y ranking”. De esas radios había escuchado por primera vez las palabras Coca Cola, Nescafé y The Beatles. "Mi padre era chapista, pero un artesano”, destacó. En los 60, lo contrataron en Chile les trajo de souvenir una botellita de la gaseosa, un tarrito del café instantáneo y el primer disco de los Beatles. "De locos” rememora entusiasmada quizá como la primera vez. Por ese amor musical nació el programa "Música linda”, del que derivó el slogan "con Nilda, linda, Delgado”. "Pero no por linda yo sino porque la música era linda” aclara entre risas. "Era el boom. Teníamos operadores excelentes y creativos”, remarcó.

Y entonces vino la crisis personal. "Una se juega y me fue mal. Me casé y lo más recuperable es que fui mamá de mi bello hijo”. Pero además, en esos años muere su única hermana. "Sacrificada al máximo y brillante, rindió la última materia en marzo y se mató en un viaje por su trabajo. La colación fue post mortem. Otro impacto. ¡Y me planteé qué hacer! Tanta muerte en mi vida, pero también pensé ‘tenemos derecho a la vida’. Tomé a mi bebé de 3 años, separada y me fui al sur”, resumió. Era 1978, tiempo del Mundial de Fútbol y un gerente radial le indicó ir a Chubut, pero recaló en Neuquén. "Tuve suerte. Donde llegaba, probaba y me aceptaban”. Sin embargo le pesaba estar lejos de su madre, con comunicaciones escasas o nulas. "Además del derecho del papá de ver al nene. Cuando una es mamá, eso es lo primero”. Una vuelta que viajaba sola, el micro paró en San Rafael, Mendoza, por media hora. "Me bajé y pregunté dónde quedaba la radio” dijo estallando en risas. Al llegar a LV4 le pidieron hacer una prueba, pero tenía que seguir viaje por lo que prometió enviarles un casette. Consiguió trabajo allí y después se entusiasmó con Radio Nihuil y con Radio Libertador. "Me iba acercando. Así aprendí de FM. Tuve muy buenos colegas y nivel. Hacíamos espectáculos, móviles en el aeropuerto donde llegaban las visitas internacionales. Pero lo más increíble  que presenté fue Richard Clayderman y Raffaella Carrá. Fui elegida para la Vendimia en Mendoza y para el Congreso Mariano para el que nos prepararon 3 meses. El concierto más imponente fue Amnisty Internacional en Mendoza: Bruce Springsteen, Sting, Tracy Chapman. Fue hermoso porque eso queda y te marca”. La misma huella dejó la muerte de su madre, coincidente con el reclamo del padre de su hijo para que el niño estudie en San Juan. "Volví a empezar de nuevo en el 82. La capacidad del ser humano es increíble. Volví a Sarmiento y después Pereyra que estaba en Colón me contrató para la FM. Era la Guerra de las Malvinas. Los sucesos históricos me marcaron también”, aseguró. También pudo rendir para ingresar a la UNSJ y compartir espacio radial con Lidia Gómez Brum. 
Dos años después, la hiperinflación volvía a chocar de lleno en las empresas, los medios y en los profesionales. Probó suerte en España, en 1987. "Estaba Luis Eduardo Meglioli. Quise entrevistarme con la gerente de Cadena 6, pero no pude. Allá todo es posible. Las señoras grandes van de taquito, alegres, a comer las sardinitas. Fue una bella experiencia”, aseguró. Luego, otro amigo de Nilda ofició de contacto laboral para viajar a EEUU en 1991. "La visa nos salió perfecto, y eso que no es fácil. Estuve en la época de Mujer Bonita en Beverly Hills donde grabó Julia Roberts. Estuve en la gala transmitiendo en inglés. Vi a Clint Eastwood. Pasé por Carmel, que era su alcaldía. Por Santa Bárbara donde vivió "La” voz, Frank Sinatra. Toqué el mundo. Vi las camaritas pequeñas, grandes cambios tecnológicos y empecé a trabajar en una radio familiar "Stereo”, en Miami. Estuve en las dos costas. Mi hijo, ya de 13 años más o menos, se iba en las vacacione para allá porque tenía visa indefinida como yo. Pero decidí venirme porque lo extrañaba demasiado. Lucho Román me decía que él nunca pudo enganchar en EEUU y yo sí. Yo pensaba que después de año y medio allá, haber estado en Hollywood, volver a San Juan era como en volver al subsuelo”, se acuerda.
Son amores
Nilda reconoce haberse enamorado varias veces. Algunas historias son de novela, otras más tristes. También se ha equivocado y ha sufrido. Y aún así reincide. "Creo en el amor y me gusta que la gente luche y dé lo mejor y sea feliz. Hay ciclos, de amor, de sexo. Somos humanos todos y hay distintos tipos de amor”, asegura. "A los 40 años me hice el regalo de ir sola a Europa. Me fue bien porque eran otros tiempos. Me gustó muchísimo un español que quería venir a conocer a mi hijo. ‘Un momentito, no puedo llegar yo con vos’ le dije. Lo mismo me pasó con un italiano, nos enamoramos. Era viudo, yo sola, en una tratoría de Venecia. Después vino para acá y quería llevarnos. Me decía ´qué hago yo en San Juan’ y yo pensaba lo mismo de allá. Después un locutor Percy Llanos. Fue el sobreviviente del atentado a Facundo Cabral. Trabajó muchísimo tiempo en Córdoba. Fue fantástico y se fue a Venezuela”, recuerda entre los romances que la marcaron. 
De sus enamorados sanjuaninos reserva datos. Pero "el”hombre de su vida sí tiene nombre y apellido. Es el abogado penalista Maximiliano Páez Delgado, su hijo.El ancla y el timón de su vida. El que tiró las fotos del archivo profesional de su madre para llenar ese álbum con fotos de Boca. Inimputable. 
Si no fuera por ese hijo quizá ella hubiera dejado todo tras la muerte de su madre, su hermana y su padre e irse a vivir a Europa o el Caribe. "No me arrepiento. Todos son proyectos lindos, pero lo más bello era mi hijo. Era una elección vital. Soy familiera, de sensaciones íntimas”, aseguró. Eso la llevó hasta lo impensable: rechazar tres propuestas laborales en la previa de una crisis. La habían llamado de Bellville, de Radio Universidad de Córdoba y la entusiasmaron para Cadena 3 los sanjuaninos Rony Vargas y Mario Pereyra. En plena crisis radiofónica dijo que no. "Fijate qué respetuosa. Él se iba a estudiar a Córdoba y me decía ‘cómo te vas a ir ahora que yo me quiero liberar’”, recordó entre risas. Luego su hijo se enamoró, ella asegura que los apoyó. "Ahora está en vías de separarse, como ocurre en las parejas”, dijo con naturalidad.
Si ella pudiera elegir, le gustaría vivir en Mendoza. "Hay una vibra especial, tengo ganas, pero ahora me tiran los nietitos”. La voz se le hace chiquita y dulce cuando los nombra a Lautaro y Maxi.  "Tienen 3 y 1 año, la edad más tierna”, contó. Uno de ellos ya incursionó radialmente porque lo hicieron grabar un avisito de Navidad. "Le salió perfecto”, dijo la abuela con babero. 

Las nuevas generaciones
Con bodas de oro en la carrera tiene una mirada crítica sobre las nuevas camadas de locutores. "Falta pasión, las tecnologías quitan un poco eso, pero además falta la inquietud, la lucha”, reclamó.  Además, aseguró que es importante que los nuevos profesionales se cultiven mucho para lograr el equilibrio, dentro de lo competitivo del medio. Ella rindió libre en el ISER, en Buenos Aires. "Tuve maestros de voces: Leopoldo Costa, que era la voz de Gillette para el país, Lucha Amengual, Miguel AngelMurillano de Radio Belgrano. Me estructuré, fui adquiriendo derechos y después nos incorporamos a la lucha sindical con SAL (Sociedad Argentina de Locutores”.
¿Algún truco para conservar la voz? "Una filosofía de vida diferente. Vamos creciendo, imperfectos, nos aparecen enfermedades. Tuve 13 operaciones en una década, de locos. Entendí que tenía que cuidarme. Actividad física, dieta semivegetariana, hice apoyaturas fisioterapéuticas, conocí grandes foniatras. Y me gusta mucho la fonética extranjera. Te ayuda a perfeccionar la voz. Algunos dicen que parezco neutra, pero yo les digo que soy sanjuanina como el vino”, aseguró con humor.  "Hay que invertir y siempre acudir a buenos profesionales. También hay que cuidarse espiritualmente. Medito poco pero creo mucho en lo espiritual. Me cambió la vida estar en la audiencia de Juan Pablo II en el Vaticano en el 87.Me encantaría morir en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Qué mente creadora la de Gaudí. Toda belleza y color”
"La vida te choca. Pero el mapa de mi vida lo elaboro y cuido yo”, afirmó Nilda, la voz más linda. La que se ríe de todo hasta de sí misma. La más amable, que saluda a todos y se despide con buenos deseos hasta para los desconocidos. La que no tiene miedo.