ARTISTAS SANJUANINOS EN EL MUNDO

LOS ULTIMOS ACTORES DE RADIOTEATRO DE SAN JUAN

LA DEOLINDA, TESTIMONIO DE UN MILAGRO

SE TRANSMITE POR FM ENCUENTRO 94.3. DESDE CHIMBAS PARA SAN JUAN, EL PAÍS Y EL MUNDO

La historia de la Difunta Correa en Radioteatro.


Desde los primeros días de abril se difunde por FM  Encuentro desde la Ciudad de Chimbas para la provincia, el país y el mundo LA DEOLINDA, TESTIMONIO DE UN MILAGRO. Es la adaptación de la obra de Roque Oscar Chipre (Testimonio de un Milagro) que realizara Julio César Barton, seudónimo con el que firma este trabajo, Juan Quiroga.

La historia de Deolinda Antonia Correa se origina en la localidad de La Majadita en el hoy Departamento 9 de Julio, ubicado a unos 15 kilómetros hacia el Este de la Ciudad de San Juan y está basada en las tradiciones orales generadas por un milagro que tuvo lugar en la zona de la Cuesta de las Vacas, en Vallecito, Departamento Caucete a finales del siglo XIX.

De acuerdo con esas tradiciones orales hacia finales de la mitad del siglo (1845 - 1850) un grupo de arrieros encontraron en el desierto sanjuanino el cuerpo sin vida de una joven mujer y a su bebe alimentándose de su seno. El cuerpo fue sepultado por los arrieros, que se habrían llevado al niño.

Pasado algunos años otro arreo se desperdiga durante una noche tormentosa y un arriero que recuerda el hecho mencionado le ruega a la Difuntita que le resguarde los animales y le promete que volveria a levantarle un oratorio. Pasada la tormenta y al sol del nuevo día, el arriero encuentra a todas sus reses en lo que hoy se llama Cuesta de las Vacas. Dicen que el arriero cumplió su promesa y desde entonces el lugar, en Vallecito es punto de encuentro de miles de promesantes que llegan de los mas diversos lugares del mundo.

LA DEOLINDA, TESTIMONIO DE UN MILAGRO hace hincapié en la fidelidad de la mujer y lo férreo de su amor para con su marido, Baudilio bustos. Su autor, Juan Quiroga, construye desde esta base una estructura familiar y una rrealidad social en cuyo marco se desarrolla la historia. Desde que se conocen Deolinda y Baudilio, hasta la partida de la mujer siguiendo el rastro de la montonera que se llevó a su marido y su muerte en el desierto.

El radioteatro se emite los dias domingo a la hora 10,00 por FM Encuentro 94.3 y por www.fmencuentro94-3.com por internet para el mundo.

EL ELENCO: La interpretación de La Deolinda, Testimonio de un milagro, está a cargo de un elenco de actores y actrices de San Juan, con vasta experiencia en el género: OSCAR CHIPRE, NIDIA ATENCIO, DANIEL SAN FRANCISCO, DANIELA OLIVARES, JOSE RIVEROS, ESTELA ROMÁN, ALFREDO HEREDIA, AYNELEN SANCHEZ, ALFREDO ROBLEDO LUNA, DAMIANA QUIROGA DE CASTRO, WALTER GUZMAN que tienen a su cargo los principales roles. Los relatos están a cargo de LAUTARO FRANCISCO SILVA y la compaginación y edición es de WALTER GUZMAN.,

Un género que se niega a morir

Comienzan una gira llenos de esperanzas y sin apoyo de las áreas de gobierno respectivas. El sueño de volver a escuchar los aplausos de la gente como el más importante premio que pudiera existir

EL ELENCO REUNIDO EN UN ENSAYO. De izquierda a derecha: José "Pepe" Riveros, Nidia Estela. Daniel San Francisco, Aynelén Sanchez, Oscar Chipre, Beatriz Nancy Gay y Juan Quiroga.

 

Vuelven a recorrer los caminos de las poblaciones mas alejadas o llegan a las mas cercanas a los grandes centros urbanos.

 

Entre los decorados que montarán cada fin de semana en el lugar al que sean convocados, junto a los "tachos" de las luces y el vestuario de época están también sus sueños e ilusiones de prolongar en el tiempo la permanencia de un género que se niega a morir.

 

El 8 de junio volverá a abrirse el telón para que los entusiastas espectadores de 25 de Mayo, en el sur sanjuanino, revivan en el Polideportivo la historia de "El Gaucho José Dolores".

 

Bajo la dirección artística de Beatriz Nancy Gay, en exigidos ensayos, se preparan para el debut y, esperan, una prolongada gira que los llevará a muchos lugares de San Juan a compartir esta manifestación de la cultura popular que contiene una historia conmovedora de amor, dolor, lágrimas y sangre que tiñó el triste historial de ciertos retorcidos personajes que han ocupado distintos lugares y responsabilidades en la policia. Como se ve, la historia ya tiene sus años

 

Beatriz Nancy Gay y Oscar Chipre son cabezas de esta Compañia de Radioteatro que, sin emisora capacitada tecnica y profesionalmente resultado de la precariedad de la radio hoy, vuelven con esta inquietud y reflotan el género esperando llegar al corazon de los sanjuaninos (Ojalá llegase a todos los argentinos).

 

Por el momento, como es de esperar, no cuentan con apoyo oficial de ningún tipo para llevar adelante esta iniciativa. Tratan de conseguir la subvención de las áreas de cultura de los 19 municipios de la provincia para llegar a los lugares más recónditos con su bajage de historias para ser contadas. Si los intendentes se permitieran para sus pueblos este acceso a la cultura popular, con un mínimo costo, lograrian que este esfuerzo de los actores sea recompensado con el aplauso de los espectadores que tendrian acceso libre y gratuito a la/s funcion/es. Depende de una decisión política de los señores intendentes municipales.

 

EL ELENCO DE "EL GAUCHO JOSÉ DOLORES"

 

NIDIA ESTELLA - DOÑA SEVERA CALAZÁN

El elenco, encabezado por Beatriz y Oscar, como dijimos, es integrado por una reconocida actriz que acompañó a grandes de la escena sanjuanina como Oscar Donaire, Raúl Quintana, Alberto Vallejo, Liliana Dávila, Ernestina Romero, Armando Castro y tantos otros excelentes actores y actrices, ella es Nidia Estella que en "El Gaucho José Dolores" tiene a su cargo el personaje de Doña Severa Calazán, pieza importante en el desarrollo de la obra que, tal vez por ignorancia, consolida el accionar de su "cuñao",un sargento de la policia de la época en el trágico final del gaucho perseguido.

 

AYNELÉN SANCHEZ - LORENZA CALAZÁN

La mas joven integrante del elenco que hace su debut actoral en esta obra es dueña de una belleza y dulzura singular que adorna a Lorenza, el amor del gaucho, y le permite con admirable solvencia recrear al personaje en el papel importante que le tocó en suerte a la mujer que fue destinataria de los más puros sentimientos de José Dolores.

 

JOSÉ "PEPE" RIVEROS - CRISPIN CHACÓN NAVARRO

Al conductor del programa de tangos que va los sábados al mediodia por FM Chimbas le a tocado en suerte recrear al chileno Crispín Chacón Navarro, amigo y compañero del gaucho, que compartió alegrias y sinsabores hasta el final de los días del hombre que fue "el ponchito de los pobres". Logra un personaje acertado al que seguramente irá moldeando con el devenir de la gira por los escenarios sanjuaninos.

 

DANIEL SAN FRANCISCO - EL GAUCHO JOSÉ DOLORES

A Daniel le toca recrear al Gaucho José Dolores y lo hace poniéndole el alma al personaje. Consigue que el espectador se involucre y comparta con él el sentir de aquel gaucho al que la historia nos muestra como un hombre que, nacido en hogar humilde y huérfano a temprana edad, no olvidara sus orígenes y diera su vida por los mas necesitados, recordados por Dios pero olvidados por una sociedad a la que su tiempo no le permitia humanizarse. Daniel San Francisco tiene una extensa trayectoria como actor y una prolífica participación en el espectáculo sanjuanino.

 

BEATRIZ NANCY GAY - LA MARTINA

Hablar de la capacidad interpretativa de esta destacada actriz sanjuanina nos ocuparia extensas notas. Basta recurrir a la memoria colectiva que seguramente recuerda su trabajo en incontables obras difundidas por LV5 Radio Sarmiento o por LV1 Radio Colón. Su experiencia, solvencia y madurez profesional le permite en este caso recrear a la Martina, la pulpera enamorada del gaucho y no correspondida, que lo traiciona y lo entrega para que sea asesinado por los policias al mando del sargento Calazán. Es una actuación bien lograda y para disfrutar.

 

OSCAR CHIPRE - EUSTAQUIO CALAZÁN

En su haber tiene un largo historial de interpretaciones de personajes de ficción o de personajes que escribieron paginas de la historia, como José Clemente el padre de Domingo Faustino Sarmiento que vuelve a representar en la casa natal del procer. En esta oportunidad logra con maestría recrear al tortuoso perseguidor de José Dolores, el sargento Eustaquio Calazán, "el jachallero que no se anda con chiquitas, hon". Chipre consigue, sin lugar a dudas, que el espectador sienta en sí mismo la crueldad del asesino revestido con un uniforme policial.

 

JUAN QUIROGA - EL MILICO ZACARIAS

Le toca en suerte un personaje dificil, no porque su permanencia en el escenario sea prolongada sino porque es el encargado de hacer reir y esa es la tarea más pesada y dificil para cualquier actor. Zacarias es el infaltable milico atolondrado que todavia existe y al que no le caben las generales de la ley que es recreado por Juan Quiroga que de esta manera incorpora a su vida de periodista, locutor y escritor una faceta mas: actor.

ESCENAS DE UN ENSAYO

UN POCO DE HISTORIA

OTRAS EPOCAS: HACE CASI 30 AÑOS APARECIA ESTE AVISO EN DIARIO DE CUYO
OTRAS EPOCAS: HACE CASI 30 AÑOS APARECIA ESTE AVISO EN DIARIO DE CUYO

A mediados del siglo XVIII llegaron a Angaco Sud, hoy San Martín, procedentes de Córdoba, don Lucas Faginay y su esposa Salona Castro.

Realizaron el viaje en una antigua carreta tirada por bueyes, durante largas y penosas semanas, debiendo trajinar por extensas llanuras y sierras. Este matrimonio, dedicado a las labores de campo, se instaló en la finca de don Bonero Correa. Pronto armaron su rancho y allí nació el robusto varón que más tarde se llamaría José Dolores.

Eran los años de las contiendas bélicas con el Paraguay. Debido a que Faginay era joven y tenía condiciones para la lucha, fue alistado en las filas del ejército. Desde entonces nada se supo de su paradero. Alguien comentó alguna vez que fue chuceado en una escaramuza, pero no hay certezas sobre su destino.

Mientras tanto, su esposa dio a luz al niño y, para males mayores, dejó de existir poco después del alumbramiento. Fue así como la criatura fue a parar a manos de la sobrina del patrón de la finca, la señorita Saturnina Arce, quien se encargó de bautizar al niño el 19 de mayo de 1805, día de San José, y Dolores por haber sufrido la temprana pérdida de los padres.

Desde muy chico José Dolores dominó los trabajos del campo y se destacó en montar y domar potros.
Así fue pasando su infancia en aquella finca de Correa hasta que cumplió los 15 años. Para entonces, el patrón le había regalado un hermoso caballo con el cual se impuso en las cuadreras de la zona.
Un día, bien de madrugada, ensilló su cabalgadura y se despidió de su madre adoptiva, anunciándole que se iba a buscar nuevos horizontes.

Camino a Chile 
conoció la extrema pobreza

El joven gauchito, que no le temía al trabajo, deambuló por distintas estancias de varios departamentos. Siempre se destacaba como buen domador y en las fiestas de postas y caseríos era la figura que sobresalía como payador y cantor, destacándose con la guitarra que siempre alguien le hacía llegar.
Ya hombre “mozo”, empezó a trabajar en la estancia de Maurín, abuelo de quien luego fue el gobernador de San Juan. En ese lugar le encomendaron la misión de realizar arreos a Chile.
Comandó entonces una partida de peones para trasladar ganado vacuno y caballar hasta la localidad de Ovalle, en el vecino país. Varias veces cruzó la cordillera cumpliendo su tarea.

Durante esas jornadas, José Dolores conoció la pobreza de alguna gente, comprobó incluso que algunos carecían de vestimenta y comida. Así fue como, sin el consentimiento del patrón, decidía carnear alguna vaca o becerro para repartir entre esas familias. Otras veces gastaba los pocos pesos que ganaba por mes en la compra de mercaderías y llegaba hasta los ranchos más lejanos para entregar a los moradores necesitados.
José Dolores se convirtió en el gaucho benefactor, dando lugar a la acogida cordial de las personas beneficiadas por este “Angel de la guarda”, como algunos lo nombraban.

De peón a cuatrero
Los dueños de estancias, tanto de Angaco como de Pie de Palo y también de La Rinconada, empezaron a sentirse molestos por las correrías del gaucho José Dolores, debido a que estaba desapareciendo toda clase de animales.
Aquel personaje ya era reconocido como cuatrero y como tal, se convirtió en un prófugo de la ley. Sin embargo, siempre fue bien recibido en la finca de la familia Maurín, donde cada vez que volvía le ofrecían protección y alimento.

El gaucho proscripto se había ganado la confianza del señor Maurín, pues cuando observaba en otras fincas la presencia de vacunos y caballares con la marca de Maurín, hacía transmitir la novedad a éste, quien se encargaba de disponer el traslado de esos animales a su estancia.

En una ocasión en que José Dolores escapaba de una partida policial, fue sorprendido por una patrulla de montoneros y colorados, que se encargó de conducirlo hasta un fortín.
Inmediatamente quedó incorporado a ese cuerpo. En ese lugar, realizando tareas internas y guardias, permaneció varios meses, pensando que ya habría sido olvidado por quienes lo perseguían. Amante de la libertad como era, una noche, cuando cumplía con una consigna, se apoderó de un caballo y emprendió la fuga a campo traviesa. A sus cargos de cuatrero se sumaba ahora el de desertor renovando su pedido de captura.

El gaucho prófugo quedó marginado de la ley y pasó a ser buscado por la policía de varios departamentos. No obstante contaba con el apoyo de algunos pobladores que recibían la ayuda consistente en alimentos y prendas de vestir. José Dolores continuaba con la hazaña de apoderarse de animales que pastaban en el campo para luego repartir la carne entre el rancherío.
Para entonces, los hacendados perjudicados por las andanzas de aquel cuatrero se sumaron también a la persecución que hacía la policía.

La muerte llegó con el amor
Las andanzas de José Dolores habían adquirido resonancia entre los pobladores de varios kilómetros a la redonda.
La mayoría lo consideraba como un gaucho bueno y amigo de ayudar al pobre, en tanto otros lo sindicaban como un matrero y ladrón de ganado. Más de una vez aquel legendario tuvo que buscar protección en algún rancho para evitar ser aprehendido por la policía.
Para aquel entonces, José Dolores ya contaba con más de 50 años y comenzaba a sentir el peso de la edad. Anhelaba contar con una esposa y tener su propio rancho, pero la suerte estaba en su contra. Andaba “arrastrándole el ala” a la hija de la cocinera de don Tadeo Rojo, dueño de una importante estancia. La joven, que ya había cumplido los 25 años, se llamaba Lorenza Calazán, quien a su vez era requerida de amores por su tío Eustaquio Calazán, un sargento de la policía.

La madre de Lorenza estaba enterada de las pretensiones del gaucho y ya había sorprendido a su hija con aquel en los fondos de la casa. No estaba de acuerdo con ese amorío y sospechaba que en cualquier momento, Lorenza montaría el anca del caballo de José Dolores.
La cocinera de Rojo estaba dispuesta a evitar de cualquier manera que su hija continuara manteniendo la relación. Entonces solicitó la ayuda del sargento Calazán, con quien elaboró un plan para terminar con las andanzas del gaucho. La mujer prometió entregárselo en bandeja, pero él tenía que matarlo.

En la noche del 14 de febrero de 1858, la madre de Lorenza organizó una fiesta familiar en un caserón que se ubicaba en la actual esquina de Cenobia Bustos y Mendoza, Rawson. A través de algunos amigos de José Dolores, se le hizo llegar la invitación al baile para que acompañara a Lorenza.
Esa noche, todos los asistentes comieron cabrito asado, bebieron y guitarrearon y no faltaron las zambas y chacareras. El gaucho José Dolores estuvo en la fiesta junto a su moza. Luciendo su espesa barba, vestía bombachas nuevas, camisa blanca bordada a ambos costados y pañuelo del mismo color al cuello.
Serían las 11 de la noche y el baile estaba llegando a su fin, cuando la madre de Lorenza se acercó a José Dolores y le dijo que lo buscaban en la puerta. Cuando aquel salió a la calle se encontró con el sargento Eustaquio Calazán acompañado por tres soldados. Éstos, sin mediar palabras, le dispararon con sus “chifles” y lo hirieron gravemente. A pesar de su estado desesperante, el gaucho consiguió llegar a su cabalgadura y se alejó al galope por un callejón en dirección al este.
Así, tambaleándose arriba de su caballo, cayó al costado de un árbol, donde llegaron el sargento Calazán y sus seguidores, quienes se encargaron de rematarlo.
Su cuerpo sin vida fue encontrado al día siguiente y fueron sus amigos los que se encargaron de velarlo y luego darle sepultura. Hasta ahora se ignora el cementerio o lugar donde fueron enterrados sus restos.

De cuatrero a venerado
Poco después de la muerte del gaucho benefactor, la gente empezó a prender velas todos los lunes al costado del árbol donde fue muerto.
La veneración continuó a través de los años al punto que el árbol debajo del cual murió, se conserva protegido por un muro de cemento y el lugar quedó convertido en un santuario que es visitado diariamente y en especial los lunes, en que concurre gran cantidad de personas a rendirle homenaje al gaucho José Dolores a quien se le comenzaron a atribuir algunos milagros.
Con el tiempo, se conformó la “Unión de Promesantes de José Dolores”.
El grupo no cesa de buscar nuevos antecedentes sobre la vida de José Dolores. Han recorrido lugares donde habitaba aquel gaucho y entrevistaron a escritores con el fin de obtener mayores elementos y antecedentes para recopilar y terminar de armar su historia.
Actualmente en el lugar de la muerte del gaucho José Dolores, existe una moderna capilla, con tres habitaciones en las que se aglomeran los obsequios de promesantes. El antiguo callejón por donde el hombre huyó herido de muerte es hoy la calle José Dolores.